De paisajes sonoros
De paisajes sonoros,
escuchas profundas, músicas expandidas.
Parte I
El concepto de paisaje sonoro se
remonta a los años sesenta cuando el Prof. Murray Schaffer acuño el termino soundscapes.
El hombre siempre interactuó con
su entorno tridimensional y el sonido formaba una parte muy importante de esta
experiencia.
Hoy teniendo en cuenta la alta
cantidad de estímulos visuales-
sensoriales, ha mermado
notablemente la capacidad auditiva en pos de lo visual .
Parecería importante hacer un
intento por recuperar lo sonoro, para
comunicar y transmitir emociones, para crear representando el espacio o la reinterpretación
del mismo en función de un proceso lúdico creativo.
La idea es sencillamente
escanear el espacio de representación y convertirlo en una pieza sonora que
resuene por sí misma.
Tomar conciencia de como interactúa
el ser humano con lo sonoro, nos convierte en filmadoras de sonido.
Intentar a partir de una escucha
más profunda, limpiar nuestros oídos y centrarnos en la atención pura y exclusivamente
en lo sónico.
Formará parte de esto el ruido,
la palabra, la acústica de las salas,
Los sonidos vecinos y aquellos
que ya pertenecen al recuerdo, la arqueología sonora del hombre.
Esto genera interactuar con las
interminables posibilidades de captar aquello que por cotidiano y no musical en
apariencia pasa desapercibido para los hombres que habitan la ciudad,
intentando devolverle la riqueza significante,
superponiendo las fronteras
entre lo musical y lo sónico. De ese modo podremos apreciar el movimiento del
tiempo y el espacio audio perceptivo tridimensional .
El aire en el crepitar de las
hojas del parque y el viento cálido indicando la proximidad de una tormenta,
el suelo crujiendo de hojas
indicando la llegada del invierno, las instalaciones que nos rodean con sus
ventanas sonantes.
La reverberación del espacio,
las escaleras oscilantes, el ruido de la calle, las resonancias propias de los
objetos entre sí ,la estructura que vibra, el sonido que le llega a un objeto y
lo hace resonar y se transmite hasta tres veces
mas rápido que la velocidad de transmisión
del aire
El ruido del piso de madera, el piso de
cemento y las pasarelas, el descubrimiento de algún espacio sonoro ficticio y
la línea virtual que une nuestros mundos.
Por ultimo en una escucha atenta
de nuestros propios sonidos, todos aquellos que hace nuestro cuerpo y que poco
a poco vamos percibiendo y se incorporan al entorno.
Escuchar
es prestar atención a lo que se percibe tanto acústica como psicológicamente.
Es
profunda por la complejidad de los límites o bordes más allá de entendimientos
comunes o habituales.
Hemos de aprender a ampliar la percepción
de los sonidos para incluir todo el continuo espacio tiempo de sonido, uno
conectado a la totalidad .
Tomar conciencia de los sonidos
que nos rodean nos conecta con el medio ambiente y provoca un enfoque ampliado
de la percepción y conexión en la vida.
Escucha simple y expandida.
En definitiva, realizar una escucha profunda.
Los sonidos conllevan ideas,
sentimientos, recuerdos y la inteligencia misma.
Fin
de la primara entrega
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